PARA REFLEXIONAR

QUERER MEJORAR

Un devoto hasta cierto punto siempre se siente apenado, por no ser un devoto puro todavía, por todavía tener deseos materiales, por todavía sentir envidia en algunos casos por lo que otros tengan, por ser tan dormilón y no querer levantarse con ganas en la mañana, por no tener buena memoria y siempre olvidarse los versos de las escrituras, por no poder controlar la lengua y comer mas de la cuenta, por sentir agitación sexual, por no sentir atracción a cantar el santo nombre, por no tener muchas ganas de trabajar a pesar que entiende que comprende que es lo mas apropiado, por no haber ofrecido la comida antes de comer, o no haber hecho su oración de agradecimiento antes de comer, por no haber leído bien la etiqueta de un producto que uno comió y después se da cuenta que no era lecitina de soya, sino que tenia lecitina común, que es un producto del matadero, por no haber pedido disculpa cuando uno hizo sentir otra persona injustamente mal, por no haber atendido a su maestro espiritual cuando lo pudo haber hecho, por haber peleado con otros solo por causa de su ego falso, por no haber querido escuchar los sabios consejos de un devoto mayor, por no haber sido revolucionado por sus ideales, por no haber cumplido con la promesa que hemos dado a otros...

Usted ve que es bastante natural para un devoto de sentirse apenado, mejor dicho seguro que tiene más de una razón.

Todos pasamos a sentirnos apenados, confrontados con la tarea principal de nuestra vida que se llama avanzar espiritualmente, pues conocemos el dicho popular: no hay mal que por bien no venga. Así deberíamos tomar el fenómeno del justificable apenarse como un impulso hacia el mejorar de las cosas. no sentirse apenado de nada es mas bien un síntoma de ser bien chiflado, bien orgulloso y sentir que ya no le hace falta nada, y eso es un peligro potencial muy grande, el orgullo viene antes de la caída y el apenamiento viene antes de la corrección. Por otro lado sentirse apenado debe ser una forma que Dios ha creado para que sintamos la ausencia de él.

Así que uno debe sentirse apenado por no sentirse apenado, pues eso indica que uno no está realizando cuanto le falta para llegar a Krishna, y por esa razón uno no se pone las pilas y sigue negligente. por otro lado un devoto debe ser jubiloso, agradecido, extático, entusiasmado, ojala listo de contagiar a los demás con este espíritu, sobre todo agradecido por todo lo que ha recibido, pues el agradecimiento compromete mucho, pues lo que uno ha recibido lo debe estar compartiendo con los demás. Pues si algo existe que es muy valioso, no lo deberíamos guardar solo para nosotros, eso es un compromiso natural, y si este compromiso no es contaminado con una codicia por ganancias personales, se podría decir una ley universal de beneficiarnos, pues todos tenemos que pelear con los demonios que llevamos dentro, y ellos son tan poderosos que llevan a uno a ser explotador o indiferente con los demás, y en ambos casos uno no puede ser un bienqueriente, amigo o hermano para con los demás.

- Srila Guru Maharaj -